Delta: Reducir oferta y mejorar servicio.
Claves para afrontar la crisis.
Beneficio neto de 1.200 millones de dólares
Según Perry Cantarutti, Vicepresidente de Delta Airlines la clave de los buenos resultados, que cerró el ejercicio con un beneficio neto de 1.200 millones de dólares, reside en ajustar su capacidad y reinvertir en productos para mejorar el servicio.
La compañía estadounidense también ha conseguido reducir su deuda neta, que en dos años ha bajado de 17.000 a 12.900 millones de dólares (de 12.974 a 9.845 millones de euros) y prevén dejar en 10.000 millones (7.631 millones de euros) en dos años más.
De este modo afrontan 2012 con moderado optimismo, a pesar de la recesión económica que afecta a los mercados europeos y al elevado precio del combustible, que estiman permanecerá en los altos niveles del primer trimestre. Ante esta coyuntura, confían en conseguir unos ratios de rentabilidad similares a los de 2011 gracias a, en palabras de Cantarutti, “gestionar bien nuestra capacidad, reduciéndola entre un 2% y un 3%, para lograr el equilibrio entre oferta y demanda”.
Precisamente la demanda de business continúa aumentando, también en España, y sus estimaciones prevén un incremento de los viajes corporativos que oscila entre el 6% y el 8%.
Mejora de la experiencia del pasajero Delta ha invertido 2.000 millones de dólares (1.526 millones de euros) en los últimos tres o cuatro años para rediseñar la experiencia de su cliente antes, durante y después del vuelo.
Parte de esa inversión se ha destinado a la incorporación de sus nuevos asientos-cama BusinessElite, totalmente reclinables, que estarán disponibles a partir de esta primavera en todos sus vuelos desde Madrid. Asimismo se ampliarán a la clase turista los servicios de audio individual y de video a la carta.
La compañía también ha invertido en sus principales puertas de acceso a Estados Unidos: los aeropuertos de Atlanta, que a partir del próximo 16 de mayo dispondrá de una nueva terminal con la que podrá acoger 13 millones de pasajeros anuales; y la ampliación de la terminal 4 en JFK, que se inaugurará el próximo año y a la que se han destinado 1.200 millones de dólares.
