Los esfuerzos y voces que han demandado el regreso de Mexicana de Aviación parecen haberse agotado y el escenario de quiebra no ha desaparecido para la aerolínea que fuera emblemática del país.
Este miércoles se cumplen 3 años de su salida del mercado y la empresa ha agotado el equivalente a casi tres periodos de concurso mercantil, cuando la ley contempla sólo uno. En ese lapso al menos 30 grupos de inversionistas mostraron su interés en capitalizar la compañía pero la mayoría no pudo mostrar solvencia financiera.
"La empresa todavía se encuentra en etapa de conciliación", dijo Griselda Nieblas, directora general del Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles (IFECOM) y agregó que los jueces que han llevado el caso se han valido de los artículos 1, 3 y 7 de la Ley de Concursos Mercantiles que permiten la discrecionalidad para alargar el plazo. Reveló que durante los últimos dos meses se ha trabajado para despejar los incidentes del caso, los cuales determinan la viabilidad de línea aérea.
"Cuando llegó la jueza (Edith Alarcón) se encontró con unos 20 incidentes, más los que se han acumulado", detalló la funcionaria del Poder Judicial de la Federación.
A lo largo del proceso grupos de inversionistas como PC Capital, Advent Capital, Avanza Capital, Med Atlántica y Altus Prot intentaron quedarse con la línea aérea pero nunca mostraron los recursos para capitalizarla. Las rutas y el mercado de pasajeros que manejaba Mexicana fueron cubiertos por otras aerolíneas como Interjet, Volaris y VivaAerobus, señaló Valeria Romo, analista de Monex Casa de Bolsa.
La esperanza muere al último
Tras el acuerdo de reestructura financiera con acreedores que representan más del 70 por ciento de sus pasivos totales, el convenio concursal de Mexicana está en manos de la juez Edith Alarcón para su firma, aseguró Javier Christlieb, director jurídico de la aerolínea. Agregó que con base en su plan de negocios, la línea aérea necesita unos 350 millones de dólares para poder reiniciar operaciones. "La empresa tiene un plan de negocio y de arranque, además de los convenios concursales presentados y el cumplimiento de todas las obligaciones relacionadas con la emisión de permisos de operación, junto con la protección dentro del juzgado de rutas y slots", agregó.
En su opinión, lo único que está pendiente de definir es la situación del inversionista. "Habiendo inversionista y que esté el dinero en Mexicana, arrancamos", añadió. Aseguró que existen tres postores por la empresa, uno con el nombre de LDB, que dirige Jorge Bastida. Originalmente la deuda de la firma era de 17 mil millones de pesos, pero con las quitas quedó en 4 mil 500 millones, monto que podría bajar a 3 mil 500 millones.
Fuente.El Financiero.