La aerolínea más grande del mundo, American Airlines (AA), despide la primera clase en la mayoría de sus vuelos. Los próximos meses empezarán las adaptaciones técnicas –un proceso conocido como refitting– de los aviones para reducir en prácticamente toda la flota las tres cabinas a dos: habrá business y turista. Se trata de la “respuesta a la demanda del mercado”, explicaron los portavoces de la compañía a este diario.
La venta de billetes para la opción de viaje más cara ha caído en picado en los últimos meses y sólo permanecerá en las ciudades con clientes dispuestos a “pagar por ellos”. La nueva propuesta de AA para el resto de rutas será un híbrido entre su primera clase más moderna (una de las diez mejores del mundo, según el ranking de 02B) y la actual oferta business. Esta maniobra permitirá a la aerolínea ganar 47 asientos premium en los Boeing 777 (B777) que cubren las rutas transatlánticas.
La nueva business.
Los pasajeros de negocios dispondrán de butacas que se reclinan en camas de 1,9 metros y que giran sobre su eje para, por ejemplo, mantener reuniones a 10.000 metros de altitud. ¿Qué servicios suprimirá AA? Los clientes tendrán que llevar sus pijamas, pantuflas y otros amenities a los que da derecho un billete en primera y que se entregan como parte de un ritual de mimos y cierto lujo a bordo.
“Hemos apreciado que la mayor demanda es para los negocios, por tanto necesitamos adaptar nuestra oferta con más espacio para la nueva business; también ampliaremos la capacidad en la cabina turista. Con la nueva configuración encontraremos el punto adecuado”, explica el director de comunicación, Casey Norton.
Modelo de negocio.
Los pasajeros europeos tardarán poco en apreciar los cambios. El refetting empezará en los B777-300ER, los únicos donde permanecerá la primera. Son los reactores más grandes de la flota y están destinados, por ejemplo, a Londres-Heathrow. Estos aparatos cubren las rutas más rentables para American, como el corredor entre Europa y Estados Unidos, que explota junto a Iberia, British Airways y Finnair; el enlace Chicago-Pequín o el puente aéreo entre Miami y Sao Paulo.
American quiere, evidentemente, ganar más dinero. Un billete de primera clase en una de sus rutas más largas (Chicago-Pequín) cuesta 26.500 euros. Es decir, el doble que la tarifa completa de business y hasta cuatro veces más que un billete en clase ejecutiva con restricciones para cambiar la fecha o anular el vuelo. La diferencia es notable, pero la mayoría de esas caras butacas viajan vacías. Por esta razón se reducirá su número y se ampliarán las otras dos cabinas. Sólo 14 aviones mantendrán la primera…
Fuente: http://www.02b.com/es