EL MoMA será el único lugar en que se presente esta muestra.
El Museo de Arte Moderno de New York MOMA, presentará una exposición de los Murales de Diego Rivera, que constará de cinco murales portátiles, frescos independientes con fuertes imágenes que conmemoran eventos en la historia de México, los cuales fueron realizados para una exposición monográfica sobre el trabajo del artista en el Museo en 1931
Julie Maloney y Zoe Jackson, representantes del MOMA vinieron especialmente a informar que la exposición se llevará a cobo del 13 de Noviembre del 2011 al 14 de Mayo del 2012, también se presentarán tres bocetos de 2.5 metros, un prototipo de “mural portátil” creado en 1930, así como dibujos, acuarelas y grabados de menor tamaño, realizados por Rivera.
También incluirá bocetos para su celebre mural en el Rockefeller Center, un proyecto que Rivera comenzó a planear con los Rockefeller mientras estuvo residiendo en el Museo.
La muestra incluye obras de la colección del MoMA, además de préstamos de colecciones públicas y privadas en Estados Unidos y México.
Al organizar la exposición en 1931, el Museo tuvo que resolver un problema fundamental—cómo presentar el trabajo de este famoso muralista cuando los murales son, por definición, creados y establecidos en un espacio. A la luz de estas circunstancias, el Museo invitó a Rivera a Nueva York seis semanas antes de la inauguración, y le dio un estudio en una galería vacía del edificio original del recinto. Trabajando día y noche con tres asistentes, Rivera produjo cinco "murales portátiles"—grandes bloques de yeso fresco, concreto y acero que presentan fuertes imágenes conmemorando la historia de México, y haciendo referencia a temas relacionados con la desigualdad de clases y la revolución.
Después de la inauguración de la muestra, Rivera agregó tres murales más, éstos dedicados a Nueva York, con imágenes monumentales de la clase urbana trabajadora y la estratificación social de la ciudad durante la Gran Depresión.
Particularmente enfocado en las obras creadas durante la residencia del artista en Nueva York, Diego Rivera: los murales para el Museo de Arte Modero, crea un retrato sucinto de Rivera como una figura muy cosmopolita que se movió entre Europa, México y Estados Unidos, y que ofrece una mirada fresca a la intersección de la creación artística y la política radical en [a década de 1930