Palacio Inka Hotel:Confort y lujo Cusqueño.
 
 
Cuenta con imponentes instalaciones incas y coloniales.
 
Combina el lujo, calidez y amabilidad, característica de hoteles de cinco estrellas.
El poder vivir y percibir la relevancia histórica que aún perdura hoy día.
Arturo Shwarz, “No hay forma en que un huésped se despierte y no sienta que está en el Cusco

Localizado en Cusco, Perú, a unos pasos de la Plaza de Armas del Centro Histórico, El Palacio del Inka, el Luxury Collection Hotel de Starwood, sobresale en la oferta turística de esta ciudad, al contar con imponentes instalaciones incas y coloniales, con tecnología y diseño interno de lo más glamoroso; combinado el lujo y la calidez y amabilidad que caracteriza a los hoteles de cinco estrellas.

 

Este hotel es la mejor opción para los viajeros que buscan confort y lujo que ofrece un hotel 5 estrellas, pero con un ingrediente más: el poder vivir y percibir la relevancia histórica que aún perdura hoy día.

En una entrevista en exclusiva para www.traficomagazine.com, Beatriz Medina, Gerente de Servicio al Huésped, compartió la maravillosa historia, las novedades y particularidades que envuelven a este lujoso hotel.

 

Con 35 años de experiencia en este recinto, Beatriz mencionó en primera instancia que El Palacio del Inka mantiene una historia única al haber sido parte de una de las zonas de más relevancia en el Cusco.

“Este hotel de principio es una joya, al estar ubicado en un lugar privilegiado; estamos en el Intipampa, el lugar sagrado que formó parte de la antesala al Templo del Sol (Qorikancha), la cual tomó posesión Pizarro”, dijo.

 

Detalló que en la época del imponente Imperio Inca, el sitio donde está construido el hotel era el escenario tradicional de celebraciones y sacrificios, por lo cual, poseía gran importancia religiosa y cultural. 

“Es la propiedad de mayor largo de muro Inca. Nosotros trabajamos con el Ministro de Cultura para mantenerlo”, anunció. 

Informó que con la llegada de los españoles, en el Siglo XVI, Gonzalo Pizarro, hermano del conquistador del Perú, tomó posesión de este palacio Inca, para luego venderlo al Marqués Juan de Salas y Valdés, quien hizo construir una casona de dos pisos, usando muros incas e introduciendo los arcos de piedra.

 

Con dicha construcción, este recinto obtuvo el nombre de la Casona de los 4 Bustos, ya que Salas y Valdés mandó poner los bustos de él, su esposa, su hijo y su nuera, sobre una de las puertas.

“Él es el que embelleció todo este solar; construyó toda esta casa e introdujo la moda de las arquerías, al poner el escudo de armas y  los 4 Bustos: la de él, el de su esposa, su hijo Fernando, y Leonor, su nuera”.

Después, para el siglo XX, esta casona alojó al Museo de Arte Virreinal del Cusco, para luego convertirse en 1976 en el hotel Libertador.

“La apuesta por el turismo empezó en el 1976, con una franquicia del hotel Marriott con 131 habitaciones, y  después de 15 años se compró la parte que da al Qorikancha, logrando tener 254 habitaciones”, dijo.

Señaló que desde hace dos años se vino realizando una remodelación integral, la cual culminó en 2013 en el mes de agosto, con el propósito de formar parte de la cadena hotelera Sheraton, en su categoría de hoteles Luxury Collection Hotels.

“Buscamos presentar todo el lujo que puede ofrecer un hotel de esta categoría. El lujo está basado con lo que hemos heredado de la cultura inca con lo colonial. Por eso, en nuestra decoración existe una conjunción de lo inca y lo Colonial, éste último siendo más predominante en las habitaciones, pero con detalles muy cusqueños”, reveló.

Dio a conocer que dentro de toda la remodelación, se realizó un artesanado del techo y respaldo de la cama, donde el arquitecto Mario Castillo, el reconocido restaurador del Perú, trabajó  cuidando en cada una el más mínimo detalle en color y combinaciones.

“No hemos cambiado los colores, son los que se usan desde la cultura inca. Tal es el caso del verde pasto, amarillo mostaza, y naranja casi color ladrillo, el cual introdujeron  los españoles”, comentó.

“Como diría mi jefe Arturo Shwarz, Gerente General del hotel, “No hay forma en que un huésped se despierte y no sienta que está en el Cusco”, citó.

Con lo anterior, subrayó que se ha trabajo duro en la remodelación, pero fijándose en el confort de sus huéspedes, mediante una  identificación del lugar, para que ellos sientan la historia y la cultura del Cusco.

Al cuestionarla sobre sus servicios que caracterizan al Palacio del Inka, Medina mencionó que éste cuenta con 5 tipos de habitaciones: Superior; Junior Suite; Suite; Senior Suite y la Presidencial; todas éstas con un nombre especial en quechua, cuyo significado denota la calidad y característica de la habitación. 

Además, destacó que en las habitaciones, los huéspedes encontrarán grandes televisiones LED, iPod docks y baños modernos. Y en la Suites, desde Junior hasta la Presidencial, se ofrece una sala de estar y una sala comedor separadas, así como vestidores grandes y balcones privados.

“Cuidamos que todos tengan una estancia memorable, buscando que cada uno se lleve un recuerdo de todo su viaje”, añadió.

“Tenemos los vegetales frescos y orgánicos, con comunidades andinas del Valle Sagrado. Nuestra cocina exquisita, liderado por el Chef Manuel Chávez,  combina la comida local con lo internacional, para que los visitantes vean cuál es el sazón peruano, pero sin exceder el cambio de su dieta común”, manifestó.

Asimismo, mencionó que en el bar, se proporcionan clases de Pisco Sour, donde los huéspedes se involucran con la cultura gastronómica que caracteriza a Perú, y también se dan clases de cocina, en el caso de que el cliente quiera cocinar comida local o internacional. 

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