La “nevada del siglo”.
Una gran tormenta de nieve, que algunos estimaron como histórica, paralizó ayer el transporte en el noreste de Estados Unidos, desde Filadelfia a Boston, donde las calles y carreteras lucían vacías, tras las recomendaciones de las autoridades para que la gente permaneciera en sus casas. Los cortes del suministro de energía eléctrica afectaban a decenas de miles de hogares.
El tráfico aéreo, terrestre y ferroviario prácticamente está suspendido en toda la costa este de Estados Unidos, donde viven unos 40 millones de habitantes. Las personas en la región se apuraban anoche a ultimar los preparativos para la llegada de lo que algunos ya califican como la “tormenta de nieve del siglo”, que ya ayer había causado tres muertos en Ontario, Canadá, según se reportó.
Los alcaldes de Boston, Thomas Menino, y Nueva York, Michael Bloomberg, urgieron ayer a los residentes a permanecer en casa, mientras el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, llegó incluso a prohibir el tráfico en las carreteras de su estado cuando empiece a azotar Nemo, como llamó a esta tormenta de nieve el canal meteorológico Weather Channel.
Es la primera vez que se prohíbe la circulación por una tormenta de nieve desde 1978, destacó el diario The New York Times al describir la magnitud de la tormenta que se avecina. Las principales compañías aéreas confirmaron ayer la cancelación de hasta 3 mil 700 vuelos. Aeroméxico canceló seis vuelos que tenían como origen o destino la ciudad de Nueva York, así como dos vuelos más programados para hoy, por condiciones meteorológicas adversas en dicho destino. El corredor ferroviario entre Washington, Pennsylvania, Nueva York, Nueva Jersey y Boston fue cerrado. Miles de escuelas suspendieron sus actividades en distintos puntos de la costa este.
Las autoridades recomendaron a sus ciudadanos hacer acopio de comida y productos de emergencia. Cuadrillas de trabajadores fueron acuarteladas para entrar en acción ante la avalancha de nieve que podría bloquear comunidades enteras.
“Les pedimos que permanezcan en casa”, dijo Bloomberg, mientras los ciudadanos se precipitaban sobre los supermercados o las gasolinerías, en medio de compras de pánico antes de atrincherarse en sus domicilios. Anoche ya habían caído hasta 18 centímetros de nieve en algunas zonas en Maine y Nueva York. (Con información de agencias)
